Guía de estudio de Trabajos Prácticos sobre Historia de
la percepción burguesa de Donald Lowe, elaborada por Oscar D. Amaya
La presente guía constituye un instrumento orientador para
tratar los problemas que aborda este autor en el capítulo VI. “De la Linealidad a la
multiperspectividad” (selección de la cátedra). El estudiante encontrará a lo
largo de ella, algunos conceptos utilizados por Lowe que podrán ser consultados
en un vocabulario de términos técnicos al final de esta guía.
Mi historia de la percepción
es un estudio de la interacción dinámica entre
el contenido del
pensamiento y la institucionalización del mundo.
En otras palabras, la
fenomenología de la percepción es ese cable de conexión
que por una parte es
capaz de dar un contexto inmediato al pensamiento y,
por la otra, queda
determinado por la institucionalización del mundo.
En lugar de pensamiento
(o conciencia) y sociedad, yo estoy proponiendo
la historia de la
percepción como vínculo intermediario entre
el contenido del
pensamiento y la estructura de la sociedad.
Donald Lowe
¿Cómo conoce el sujeto? Este interrogante ha estado presente
en las diferentes corrientes filosóficas, a través de la historia de la
disciplina. Las teorías sobre el aspecto gnoseológico (ver vocabulario) de la humanidad
han sido confrontadas y refutadas unas contra otras, sin poder establecer un
punto en común.
Donald Lowe no quedó ajeno a esta discusión. Sin ser un
férreo representante de alguna de estas escuelas, su análisis, plasmado en
diferentes textos de su autoría, ha sido utilizada como baluarte de la
fenomenología (ver vocabulario). Esta corriente filosófica considera que el
sujeto conoce a través de sus sentidos, del contacto de su cuerpo con el mundo
exterior, es decir, a través de la percepción.
Basándose en el marxismo (ver vocabulario), Lowe propone una
historia de la percepción como nueva metodología de estudio de este fenómeno
cultural. Con su método, estudia la transformación perceptual en el Occidente
moderno, en particular desde la sociedad burguesa de los siglos XVIII y XIX
hasta la sociedad burocrática del consumo controlado del siglo XX. Su enfoque
se relaciona con el marxismo puesto que Marx afirmaba que las condiciones
materiales son las que condicionan la existencia y Lowe eslabona esta idea con
el desarrollo de los medios de comunicación.
Este autor muestra cómo, en la sociedad burguesa, la
percepción ordenó la forma de experimentar el tiempo, el espacio y la
encarnación del yo subjetivo. Lowe explica que a partir del siglo XX -desde lo
que considera la revolución perceptual de 1905-1915- (ver capítulo 6 en
bibliografía de Trabajos Prácticos) los antiguos órdenes del tiempo, el espacio
y el sujeto fueron subvertidos por la metacomunicación de las imágenes.
En otras palabras, Lowe plantea una historia de la
percepción moderna en base a una consideración de los cambios históricos en los
medios de comunicación, en la jerarquía de los sentidos, y por consiguiente en
los distintos órdenes epistémicos y campos de percepción, todo lo cual estaría en
la base de las modalidades del experimentar, pensar y hacer el mundo.
Este autor toma del filósofo Foucault la episteme del
conocimiento y define lo epistémico como aquello que participa de la naturaleza
del conocimiento o del conocer como tipo de experiencia. A su vez, utiliza una
concepción de cuerpo que rompe con el dualismo (ver vocabulario) cartesiano de
cuerpo y mente.
Según el filósofo fenomenólogo Merleau-Ponty, el hombre se
abre al mundo a través de los sentidos y se conecta con el mundo a través de la
percepción. Es decir que la percepción influye al sujeto como perceptor, tanto
en el acto de percibir como en el contenido de lo percibido. Este acto
relaciona al sujeto con lo percibido y el contenido de lo percibido afecta la
relación del sujeto con el mundo.
Para Lowe, entonces, la percepción es el contexto inmanente
y hermenéutico en el cual se localiza todo contenido del pensamiento, y que
puede ser analizado según tres dimensiones:
1. medios de comunicación, que enmarcan y facilitan el acto
de percibir;
2. jerarquía de los sentidos, el oído, el tacto, el olfato,
el gusto y la vista, que estructuran al sujeto como perceptor encarnado;
3. presuposiciones epistémicas, que ordenan el contenido de
lo percibido.
“Los tres están relacionados e interactúan. En conjunto
constituyen un campo de percepción, dentro del cual se vuelve posible el
conocimiento específico. Y no sólo están relacionados. Estudios recientes
revelan que los medios de comunicación, la jerarquía de los sentidos y el orden
epistémico cambian con el tiempo. De allí que el campo perceptual constituido
por ellos difiera de un periodo a otro. Hay una historia de la percepción para
delimitar el contenido cambiante de lo conocido”, afirma Lowe.
Para comprender mejor el modelo propuesto por este autor
sobre la percepción, es necesario comprender que en la historia de la cultura
pueden distinguirse cuatro grandes etapas, sucesivas pero complementarias, que
Lowe clasifica como: cultura oral, quirográfica, tipográfica y electrónica. En
cada una de ellas explica de qué modo los distintos factores limitan o
encuadran el modo de percibir del sujeto: “la cultura puede concebirse como
oral, quirográfica, tipográfica o electrónica, según los medios de comunicación
que la sostengan. Cada uno de estos cuatro tipos de cultura organiza y enmarca
el conocimiento cualitativamente en una forma por entero distinta de los otros
tres. Y son históricamente sucesivos, ya que cada tipo ulterior queda sobrepuesto
a los anteriores, aunque residuos del tipo anterior persistan para afectar al
posterior”.
1. la Cultura Oral
Es el inicio de la relación entre humanidad y percepción, en
esta historia propuesta por Lowe. En esa época, el conocimiento se encontraba
ligado al habla. Se trata de una cultura oral, carente de medios escritos que
guarden registros, por lo que el habla debe cumplir una doble función:
comunicar y conservar los conocimientos.
Para que el habla se vincule fácilmente con la memoria se
recurría a la fijación de fórmulas métricas y lugares habituales para los
diferentes actos. Esto se debía a la idea de que lo novedoso y original cuesta
más asimilarlo, y por tanto era olvidado.
Para explicar el modo de conocer del hombre, Lowe cita a
Foucault, quien establece que el discurso es gobernado por reglas o
presuposiciones epistémicas. En esta etapa, el autor propone como regla clave
a la
anagogía (ver vocabulario), esto es, la posibilidad de conocimiento por
medio de la intervención divina.
Por otra parte, se creía que sólo aquello que se escuchaba
era cierto, que no podían equivocarse sobre lo que habían oído. Esto otorgaba
mayor validez al sentido de la audición, y el sonido era más valorado que lo
visible.
2. la Cultura Quirográfica
Esta segunda etapa se caracteriza porque la supremacía del
oído comienza a ser desplazada por la vista. Aparecen las primeras escrituras,
como constancia y almacenamiento de los conocimientos. La vista comienza su
época de superioridad, pero aún no logra desplazar la fidelidad del oído.
“Buscar un significado es sacar a luz una semejanza”, afirma
Foucault en relación con el método de conocimiento preponderante durante el
Renacimiento. Lowe coincide con este filósofo en que el conocimiento se produce
por medio de semejanzas; y describe cuatro figuras que se derivan de ella: la
convenientia (una semejanza basada en una escala graduada de proximidad
espacial), la aemulatio (una especie de convenientia sin limitación espacial y
por ello capaz de conectarse desde ciertas distancias sin movimiento real), la
analogía (reforzada por la convenientia y la aemulatio, de modo que era posible
unir todo el universo con el microcosmos humano en el centro) y la simpatía
(que excitaba las cosa al movimiento y unía hasta las más distantes).
3. la Cultura Tipográfica
Con el surgimiento de la imprenta se produce una de las
revoluciones más notorias de la historia de la cultura. Los tipos pictóricos
impresos estandarizan los signos lingüísticos, y su identidad única provoca la
sistematización de los escritos.
La vista se consolida como el principal sentido. Las
costumbres de las fórmulas medidas, recitar los manuscritos, escuchar para
aprender y conocer, son desplazadas por la masificación de los textos y la
lectura individual y silenciosa.
Surge una nueva interpretación del orden epistémico: los
conocimientos son adquiridos por el doble juego de representación espacial y
desarrollo temporal. El mundo deja de ser concéntrico para convertirse en una
extensión espacio-temporal y el campo de la percepción adquiere nuevas
profundidades. El conocimiento se torna dinámico y reflexivo, dando lugar a
nuevos conceptos. El ejemplo más claro citado por Lowe es el término
“desarrollo”, como comprobante de esta nueva visión del tiempo como proceso.
4. la Cultura Electrónica
Actualmente, la cultura se encuentra atravesando esta cuarta
etapa, donde los medios eléctricos y electrónicos dominan la vida cotidiana.
Los mensajes ya no se transmiten en voz alta o a través discursos ni en libros
o textos, sino que para ello se ha creado un código binario de transmisión
electrónica: los bits. (ver vocabulario) Este nuevo método de codificación
permite a los mensajes desplazarse de un lado a otro del planeta en cuestión de
segundos, comprimiendo a límites inimaginables las nociones de espacio y
tiempo.
Es una época en que los sentidos se hallan más unidos, en
especial la vista y el oído. Lo audiovisual invade las nuevas tecnologías: la
televisión e Internet son los principales ejemplos. La característica de esta
extrapolación es que sólo dos de los cinco sentidos son desarrollados con esta
fuerza, en detrimento del tacto, olfato y gusto.
Esta nueva realidad, surgida en el siglo XX parece
consolidarse cada vez con mayor firmeza, cambiando el modo de percibir el
mundo. Ya no se posee una mirada uniperspectiva, fuera cual fuera el modo de
conocer. Los sujetos se hallan inmersos en esta nueva cultura, que los envuelve
y obliga a modificar la forma de percepción, convirtiéndola en multiperspectiva
y ambiental.
Para Lowe las tres dimensiones que estructuran la percepción
durante la historia de la cultura son las siguientes:
- MEDIOS DE COMUNICACIÓN: respecto de esta dimensión,
plantea: “en nuestro siglo proliferan los medios de comunicación, cada uno de
los cuales sucede y se sobrepone a los anteriores. Así, el cine ha dado
dinamismo a la fotografía, y la televisión ha transformado la transmisión por
radio. Tenemos una conciencia cada vez mayor de que estos medios no sólo
trasmiten información sino que la empacan y la filtran, cambiando de este modo
su significado. Como ejemplos específicos tomemos la narración de una escena en
la novela y en el cine. La literatura narrativa, mediante un sistema de señales
lingüísticas, acumulativamente describe una escena añadiendo una pieza de
información a otra. No hay otra manera de hacerlo en letras de molde. Pero la
cinematografía, utilizando imágenes “móviles” discontinuas, puede introducir
una mise en scene, o pasar, con un zoom de un close up o acercamiento a toda
una escena. El medio tal vez no sea el mensaje, pero determina el mensaje para
el espectador o el auditor. De este modo necesitamos estudiar los medios de
comunicación como factor determinante en la percepción”.
• desde la antiguedad hasta la edad media. Si se piensa en
una cultura oral, sin lenguaje escrito, sin registros, el habla cumple una
serie de funciones que, en la cultura quirográfica, se separarán. En la cultura
oral, el conocimiento es conservado en la memoria de los sujetos que la
integran, limitándola a los saberes específicos y fragmentados. Un lenguaje
escrito permite que el conocimiento trascienda la memoria y el acto del habla.
• el renacimiento, la sociedad estamental y la sociedad
burguesa. A partir de las convenciones como la numeración y las nomenclaturas
(vocabularios, relaciones), se inicio un proceso de separación entre la
comunicación (el habla) y el conocimiento (lo escrito). Esto fue la base
fundamental de un proceso de sistematización del pensamiento, y esta
comunicación (lo escrito) fue la base de la filosofía y de la ciencia tal como hoy
se las conoce. Pero no fue hasta la invención de la imprenta que los contenidos
comenzaron a ser formalizados y despersonalizados, tomando la forma y la
estructura de lo que hoy se conoce como "libros", o la cultura
tipográfica.
• el siglo XX. La última fase de la evolución de los medios
de comunicación es la cultura electrónica, que según Lowe está basada en medios
eléctricos y electrónicos como el telégrafo, el teléfono, el fonógrafo, la
radio, el cinematógrafo, el televisor, la video-casetera, el tocadiscos y la
computadora.
- JERARQUÍA DE LOS SENTIDOS: un cambio en los medios de
comunicación produce una modificación en la jerarquía de los sentidos:
“diferentes culturas de medios de comunicación implican organizaciones
jerárquicas especificas de los sentidos. Los cinco sentidos humanos, es decir,
el oído, el tacto, el olfato, el gusto y la vista, conectan al sujeto con el
mundo. Cada sentido ya es una conexión cualitativamente distinta entre el
sujeta y el mundo circundante. Pero ninguno de los sentidos es enteramente
autónomo. Por ejemplo, el gusto es reforzado por la vista y el olfato; sin la
correlación de estos últimos dos sentidos, la comida no sabe igual. En
conjunto, los cinco sentidos nos dan la experiencia de la realidad”, afirma
Lowe.
• edad media: el oído y el tacto sobre la vista.
• renacimiento: del oído al tacto se pasa a la supremacía de
la vista
• sociedad estamental: la vista sobre el oído y el tacto
• sociedad burguesa: extensión de la vista.
• siglo XX: extrapolación de la vista y el oído.
- ORDEN EPISTEMICO: “Michel Foucault, en su brillante obra
El orden de las cosas, propuso la idea de que el discurso es gobernado por
reglas o presuposiciones epistémicas inconscientes, y que estas reglas, en
conjunto, se modificaban de un periodo a otro. No hay una lógica universal del
discurso; y el conocimiento resultante del discurso es discontinuo. En realidad
cada conjunto de reglas epistémicas define un orden distinto, y cada orden se
apropia un terreno distinto de conocimiento. Foucault, en esa obra, quiso
mostrar cómo se transformaron los órdenes epistémicos, desde el Renacimiento
hasta el siglo XIX”, afirma Lowe.
• la edad media: Conocer a través de la anagogía (aquel
conjunto de reglas epistémicas que ordenaban el conocimiento intelectual del
devenir en función de una fe en dios).
• el renacimiento: se conoce a través de la similitud: el
universo correspondía al del ser humano. “Buscar un significado es sacar a la
luz una semejanza”, según Foucault. Como ha sido expuesto, el conocimiento es posible
a partir de las figuras ya definidas de
Convenientia, Aemulatio, Analogía y Simpatía.
• la sociedad estamental: Conocer a través de la
representación en el tiempo. Conocer otras dimensiones de espacio. El orden
empírico de representación en el espacio fue una clasificación estática.
• la sociedad burguesa: Conocer a través del desarrollo del
tiempo. Lo que la razón espacial no podía abarcar dentro de una expansión, sí
podía incorporarlo el tiempo. Este desarrollo planteaba una dinámica, una
trasformación, una estructura y la totalidad.
• el siglo XX: Conocer a través de un sistema. Sincrónico de
oposiciones binarias de diferencias sin identidad. Un sistema sincrónico de la
lengua en oposición al habla.
Lowe cita a Merleau
Ponty, quien en su obra la “Fenomenología de la Percepción ” deja en
claro el modo de conocer del hombre: “El ser humano se conecta con el mundo por
vía de la percepción”. Según explica, la percepción no es sólo el acto de
percibir, sino que también incluye al sujeto como perceptor y al contenido de
lo percibido. “El sujeto perceptor, desde una ubicación encarnada, enfoca al
mundo como campo vivido, horizontal. El acto de percibir une al sujeto con lo
percibido. Y el contenido de lo percibido, resultante de tal acto, afecta la
influencia del sujeto en el mundo”, plantea Lowe.
En resumen, este autor caracteriza a la percepción como “el
contexto inmanente y hermenéutico en el cual localizar todo contenido de
pensamiento”. Este contexto conlleva la existencia de tres factores que limitan
al acto de percibir: los medios de comunicación, la jerarquía de los sentidos y
las presuposiciones epistémicas (aquello que participa de la naturaleza del
conocimiento o del conocer como tipo de experiencia).
Según se explicó anteriormente, el sujeto adquiere
conciencia de sí mismo y del mundo que le rodea por medio de sus sentidos. A
partir de los estímulos recogidos por los éstos se descubre la realidad y se la
organiza en base a sus propios patrones, a través de un proceso casi
inconsciente, llamado percepción.
La percepción, tomada de este modo, es una interpretación
significativa de las sensaciones. Para una mejor explicación, limitando el
estudio de las percepciones sólo al campo visual, puede afirmarse que es la
sensación interior de conocimiento aparente que resulta de un estímulo o
impresión luminosa registrada en los ojos.
El acto perceptivo, aunque cotidiano y realizado con
automatismo, no es nada simple y tiene múltiples implicaciones. Es evidente que
el mundo real no es lo que se percibe por medio de la visión, y por ello se
precisa de una interpretación constante y convincente de las señales recibidas.
De la extensa discusión sobre el origen de las percepciones
mantenidas por los filósofos, unos mantienen el nativismo (reacción intuitiva e
innata), y otros el empirismo (fruto del aprendizaje y acumulación de
experiencias). Hay una tercera postura mantenida por los psicólogos de la Gestalt (ver vocabulario),
quienes sugieren que la percepción es producida por una realización
característica y espontánea del sistema nervioso central, que puede denominarse
"organización sensorial".
Lowe cierra su primer capítulo de su Historia de la
percepción burguesa afirmando: “Son necesarias dos condiciones adicionales a lo
que he estado analizando en este capítulo con respecto a la historia de la
percepción. En primer lugar, los sucesivos campos perceptuales no sólo se
desplazan unos a otros. Antes bien, uno nuevo se sobreimpone al anterior, de
modo que dentro de un periodo encontramos sedimentación de campos perceptuales;
Pero el campo dominante ejerce una hegemonía gramsciana sobre los anteriores.
En segundo lugar, el campo de percepción determina el contenido del
conocimiento. Pero ese campo es, a su vez, determinado por la sociedad como
totalidad, pues el conocimiento dentro de la totalidad es mucho más que una
simple ideología o superestructura. Es la conciencia intencional dentro de un
campo perceptual. Pero los medios de comunicación, la jerarquía de los sentidos
y el orden epistémico que constituyen tal campo, están determinados por la
estructura de la totalidad. El concepto dialéctico de determinación dentro de
totalidad es rnucho más complejo y realista que el concepto lineal,
positivista, de causa y efecto”.
VOCABULARIO
ANAGOGÍA
El término griego (derivado de ana = “hacia arriba" y
ago = "conduzco") tiene el sentido de "levantar". Aparece
ya con esta acepción en Homero, Tucícides y Jenofonte. Junto a esta primera
acepción, el verbo anaghein tiene también el sentido de « restaurar",
«restituir" o más generalmente como «referirse a". Con este uso
aparece en Platón « llevar algo de nuevo a lo esencial", en Aristóteles y
entre los estoicos, que lo utilizan en el ámbito de la interpretación de mitos.
El sustantivo "anagogía" es entendido como término
técnico para designar una forma determinada de exégesis cristiana. En el Nuevo
Testamento la acepción más frecuente de anaghein es la de « conducir hacia
arriba" (“lo llevó el diablo a un lugar alto”), o de “navegar”. En los
Padres apostólicos anaghein figura para indicar el ascenso del hombre hacia
Dios.
En el texto de los Stromata de Clemente alejandrino puede
leerse: «El carácter típico de las Escrituras es parabólico, ya que también el
Señor, que no es de este mundo, vino entre los hombres como si fuera del mundo.
En efecto, se revistió de todas las virtudes y tenía que transferir (anaghein)
al hombre educado en el mundo a las verdaderas realidades inteligibles: desde
un mundo hasta otro mundo».
Anagogía entonces, se convierte en un término técnico para
la interpretación de las Escrituras con la doble acepciónde “levantar” y
“remitir”, entendiéndose la profundización del conocimiento de las Escrituras,
a través de un método interpretativo, como un "ascender”.
BITS / BYTES
Sistema numérico binario utilizado en el lenguaje
computacional basado en un código o programa que sirve para recibir,
interpretar y ejecutar los datos. Todos los programas, instrucciones, textos y
órdenes introducidos en las computadoras, en tanto dispositivos electrónicos
digitales, son transcriptos a un código binario similar a una cadena de ceros y
unos. Cada cero (“0” )
y cada uno (“1” ),
representa un “bit” de información. La palabra “bit” constituye el acrónimo de
Binary DigIT, que significa “dígito binario”.
La etimología la palabra “digital” proviene de épocas
remotas en las que lapersonas tenían que contar con los dedos las piezas que
cazaban. De ahí también que las impresiones que dejan los dedos cuando tocan un
objeto se denominen “huellas digitales”.
Se supone que por la necesidad que tenían esos primeros
“homo sapiens” de utilizar los diez dedos de las manos para contar (recurso que
aún utilizan muchos niños e incluso no muy niños), surgió el sistema numérico
que se imparte en la enseñanza primaria, compuesto por diez dígitos o números
que van del “0”
al “9” . Ese
conocido sistema se denomina "sistema numérico decimal", o "de
base 10".
Pero en el mundo de las matemáticas el sistema decimal no es
único que existe para realizar cálculos simples o complejos. Coexisten, además,
otros sistemas numéricos, desconocidos para la mayoría de las personas, entre
los que se encuentran el "sistema numérico hexadecimal", de
"base 16", y el "sistema numérico binario", de "base
2". Este último es el más utilizado en informática y se emplea para
efectuar todas las operaciones matemáticas solamente con el “0” y “1” , dígitos con los cuales las
computadoras realizan todas las operaciones para las que fueron concebidas. De
ahí su denominación de "dispositivos digitales".
El sistema numérico binario fue el escogido por los
ingenieros informáticos para el funcionamiento de esta tecnología, porque era
más sencillo para el sistema electrónico de la máquina distinguir y manejar
solamente dos dígitos, o sea, el "0" y el "1" que componen
el sistema numérico binario, en lugar de los diez dígitos (del 0 al 9), que
constituyen el sistema numérico decimal.
De no haber existido el sistema matemático binario, el
desarrollo de una tecnología para que las computadoras pudieran funcionar
empleando el sistema decimal hubiera sido tan costosa que estas terminales no
hubieran estado siquiera al alcance de la mayoría de las empresas, tal como
ocurría con las voluminosas computadoras o “mainframes” que se utilizaron a
partir de los años 50 del siglo pasado.
Esas enormes máquinas sólo la podían adquirir empresas muy
poderosas, que las utilizaron hasta que comenzaron a ser desplazadas, a partir
de los años 80 del siglo pasado, por los ordenadores o computadoras personales
(PC).
Para su funcionamiento, tal como ya se mencionó, el
ordenador utiliza el sistema numérico binario basándose en un código o programa
que le sirve para recibir, interpretar y ejecutar los datos. Todos los
programas, instrucciones, textos y órdenes que introducimos en el ordenador
éste las recibe en código binario como una cadena de ceros y unos. Cada cero (“0” ) y cada uno (“1” ), representa un “bit” de
información. La palabra “bit” constituye el acrónimo de Binary DigIT, que
significa “dígito binario”.
Para formar cada carácter alfanumérico, es decir una letra,
número o signo, los ingenieros informáticos, después de realizar muchas
pruebas, optaron por combinar ocho bits o cadena de ceros y unos para formar un
“octeto” al que denominaron “byte”.
A cada carácter alfanumérico le asignaron un byte de
información y estructuraron 256 valores binarios distintos en un código que
llamaron ASCII (American Standard Code for Information Interchange – Código
Estándar Americano para Intercambio de Información).
En el Código ASCII los valores binarios entre 0 y 31
corresponden a instrucciones, entre 32 y 127 corresponden al alfabeto
alfanumérico y entre 128 y 255
a caracteres de otros idiomas y signos menos
convencionales.
Para establecer una analogía entre la computadora personal o
PC y otros sistemas de comunicación por
código, se puede decir que éste no fue el primer dispositivo en utilizar ese
recurso. De hecho, mucho antes de que existiera algo semejante a los ordenadores,
las comunidades primitivas transmitían mensajes a largas distancias utilizando
códigos de sonidos (por medio de tambores) o visuales (produciendo señales de
humo). Incluso las marinas de guerra de algunos países todavía utilizan un
antiguo código de banderas llamado semáforo para transmitir mensajes entre
buques que se encuentran a la vista en alta mar, o entre buques y tierra. Otro
ejemplo lo constituye el código o alfabeto Morse de telegrafía, que utiliza
únicamente puntos y rayas, a modo de código binario analógico. En el código
Morse un sonido corto representa un punto y uno largo una raya. La combinación
de puntos y rayas permiten obtener el alfabeto completo, los números y algunos
signos. El código Morse se puede utilizar también para transmitir mensajes
sustituyendo los sonidos por luz
DUALISMO
Concepción filosófica que afirma la existencia de dos
sustancias, la material y la espiritual, a diferencia de los monistas, que no
admitían más que una. Con los vocablos
“dualismo” y “monismo”, en el siglo XVII se caracterizaban dos posiciones fundamentales
en el problema de la relación alma-cuerpo, de amplias resonancias en la
filosofía moderna a partir de Descartes. Este filósofo es caracterizado como
francamente dualista, en tanto que Spinoza representa el caso antitético.
Una posterior generalización del significado del término ha
hecho que “dualismo” significara en general, toda contraposición de dos
tendencias irreductibles entre sí.
FENOMENOLOGÍA
Del griego, "mostrarse" o "aparecer", y
logos, "razón" o "explicación", se trata de un método filosófico
que procede a partir del análisis intuitivo de los objetos tal como son dados a
la conciencia cognoscente, a partir de lo cual busca inferir los rasgos
esenciales de la experiencia y lo experimentado.
Este término se utilizó con relativa frecuencia en la época
precrítica de la filosofía alemana, aunque de manera asistemática: el
teólogo Ötinger lo empleó para designar
el estudio de las manifestaciones de lo divino. Sin embargo, no fue hasta que Kant introdujera la distinción idealista
entre lo fenoménico y lo nouménico en la teoría epistemológica cuando la noción
alcanzó su lugar en la filosofía. Hegel
la llamó fenomenología del espíritu, aunando el concepto teológico con el
filosófico, a la historia dialéctica del autoconocimiento del espíritu
absoluto.
El significado variable con que hoy se emplea el término
proviene de finales del siglo XIX; la fenomenología como escuela tuvo su origen
en la enseñanza de Brentano, y su máximo
exponente en Husserl, quien empleó el
método fenomenológico para desarrollar uno de los sistemas filosóficos más
populares y refinados de la primera mitad del siglo XX. En el sentido
desarrollado por Husserl, la fenomenología opera abstrayendo la cuestión de la
existencia del objeto conocido, y describiendo minuciosamente las condiciones
en las que se aparece a la conciencia; la fenomenología está así en fundamental
oposición a la filosofía crítica, de índole kantiana, que se orienta al
contenido trascendental que la experiencia no muestra. Heidegger, quien fue discípulo y ayudante de
Husserl, practicó la fenomenología en sus primeras obras, aunque luego se
apartó del método.
La fenomenología alcanzó un notable predicamento en Francia
a través de la obra de Merleau-Ponty, y
a través de éste y de Heidegger ejerció una poderosa influencia sobre el método
analítico y los principios filosóficos del existencialismo.
La fenomenología opera y extrae la cuestión de la existencia
del objeto conocido, según se aparece a la conciencia, en contraposición a la
filosofía crítica de Kant que opera sobre el contenido que la experiencia no
muestra.
Extrae las características esenciales de las experiencias y
la esencia de lo que el sujeto experimenta. Brentano la describió y Husserl
amplió la intencionalidad (intentionality): la principal característica de la
conciencia (conocimiento) es que siempre es intencional (intetionality =
aboutness).
Cada fenómeno mental o acto psicológico está dirigido a un
objeto, el objeto intencional, (deseo, deseo de algo). Ser intencional es la
característica clave que distingue el fenómeno mental o psíquico del físico.
Husserl analiza la estructura de los actos mentales y cómo
se dirigen a objetos reales e irreales:
• Noesis: acto de conciencia y fenómeno al que va dirigido
(desear).
• Noematic: objeto o contenido (noema) que aparece en los
actos noéticos (lo deseado).
Lo que el sujeto observa no es el objeto en sí mismo, sino
cómo y cuándo es dado en los actos intencionales. El conocimiento de las
esencias sólo es posible obviando todas las presunciones sobre la existencia de
un mundo exterior y los aspectos sin esencia (subjetivos) de cómo el objeto es
dado al sujeto. Este proceso fue denominado epoché por Husserl, quien introdujo
más tarde el método de reducción fenomenológica para eliminar la existencia de objetos
externos. Quería concentrarse en lo ideal, en la estructura esencial de la
conciencia. Lo que queda después de esto es el ego transcendental que se opone
al concreto ego empírico. Con esta filosofía es posible estudiar las
estructuras esenciales que hay en la pura conciencia, el noemata y las
relaciones entre ellos.
GESTALT
También denominada teoría de la percepción, se formula a
principios del siglo XX, cuando un grupo de psicólogos alemanes agrupados con
el nombre de gestaltpsychologie (que puede traducirse como "teoría de la
estructura" o de la "organización" o también como "teoría
de la forma" o "configuración") publican su particular postura
acerca de la forma de percepción del ser humano.
Kóhler, Kofka, Lewin, y Wertheimer, fueron los principales
exponentes de esta corriente, que declaraba que la realidad psíquica es
unitaria, y por ello únicamente comprensible si se la enfoca en su
"conjunto estructural".
Esta concepción era abordada desde una psicología de los
conjuntos, de las estructuras y de las formas. Las estructuras globales pueden
presentar una articulación interior de partes o miembros que tienen funciones
determinadas en el todo. La correspondencia que se establece entre una parte y
la totalidad de la forma no se mantiene cuando esa parte se traslada a otro
conjunto. Una parte en un todo es algo distinto a esa parte aislada o en
otro todo.
GNOSEOLOGIA
Rama de la filosofía que estudia los problemas del
conocimiento, su posibilidad, límites, origen, naturaleza y validez. Se
diferenció de la lógica al adquirir importancia la cuestión de la validez del
conocimiento y requerir un tratamiento propio. Si bien casi todos los filósofos
han tratado los problemas del conocimiento, la importancia que ha adquirido una
teoría especial acerca de esta problemática es relativamente reciente. Sólo en
la modernidad (con varios autores renacentistas interesados por la gnoseología)
a partir de autores como Descartes, Leibniz, Locke, Hume, entre otros, el
problema del conocimiento comenzó a convertirse en un problema central en el
pensamiento filosófico. Desde Kant, la cuestión acerca del conocimiento comenzó
a ser objeto de una “teoría del conocimiento o gnoseología”
MARXISMO
Conjunto de teorías, conceptos y metodologías que pueden
extraerse de las obras de K. Marx (1818-1883) y F. Engels (1820-1895),
representantes del ideario socialista al formular de manera sistemática una
concepción del mundo, la sociedad y la política. El primer autor mencionado
elaboró su doctrina a part de la crítica del conocimiento existente, y fueron
sus principales fuentes la filosofía alemana –en particular el modelo de Hegel-
la economía política inglesa y socialismo utópico francés. A medida que fue
analizando estos modelos, los impugnó para ir construyendo su propia
concepción. Los aportes efectuados por el marxismo se encuentran
fundamentalmente en el campo de la filosofía, a través del materialismo
dialéctico, el de las ciencias sociales mediante el materialismo histórico, y
el análisis específico del sistema capitalista.
A los fines de comprender los desarrollos de Lowe, se hará
hincapié en el materialismo dialéctico, es decir, la filosofía del marxismo.
Sus principales postulados se presentan como leyes generales que gobiernan la Naturaleza , la sociedad
y el pensamiento. Esta concepción sostiene que lo material y lo ideal
constituyen una unidad contradictoria, donde lo material es lo básico o
fundamental. La materia puede existir al margen e independientemente de la
mente del sujeto, pero no puede ocurrir lo contrario ya que la mente surgió
históricamente de la materia y no puede existir sin ella. Las sensaciones que
recibe el sujeto corresponden a una realidad exterior verdaderamente existente,
y las ideas y conceptos son el reflejo en la mente de objetos exteriores
susceptibles de ser aprehendidos por la inteligencia, de los que se desprende
que para esta concepción la realidad es un fenómeno cognoscible.
Lejos de ser algo estático, la realidad constituye una
unidad contradictoria que, en virtud del conflicto entre sus componentes
antagónicos, se encuentra en un proceso de cambio histórico progresivo y
constante. Estos cambios pueden ser graduales, revolucionarios, a saltos,
continuos o discontinuos y requieren de leyes lógicas dialécticas para poder
ser explicados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario